He traído mucha ansiedad y estrés, y estoy comiendo más, pero al mismo tiempo estoy yendo más horas al gimnasio. Así que, como hoy salí más temprano, me di tiempo de usar el sillón de masajes. Creo que me quiero casar con él, ja. La piel. Los músculos. Yo tenía una vida donde me iban a dar muchos masajitos, pero no a costa de como me pedían estar en esa vida. En fin. Si saben de un sillón de masajes baratos me dicen, para desposarlo :)
Instinto Contagioso
Me sobrevivo en vela, mereciendo que al corazón me apunten al matarme. Bonifaz Nuño También escribo para recordar.
martes, julio 29, 2025
martes, julio 22, 2025
Cómo cada día es una nueva oportunidad para reinterpretarse, darse un poco de afecto, de perdonarse, de no creer todo lo que dicen que eres, sino algo en formación. Ha sido un larguísimo medio año. Te has maltratado mucho, me dijeron. Sí, en los dos lados, me he y he, pero creo que es tiempo de al fin marcar distancia y estar en paz.
domingo, julio 13, 2025
sábado, junio 21, 2025
lunes, junio 09, 2025
Y algo así pasó estos días. En la calle donde viven mis papás y ahora yo también, suele ponerse un mercado los viernes por la noche. Una de las vecinas se dedica a vender fayuca y artículos de segunda mano y se pone frente a su casa y usa la banqueta de la casa de mis padres para poner tendederos y mesas y tener más metros de venta. A cambio, mi mamá puede tender la ropa en el techo de la vecina, porque ella no tiene manera, la casa cuenta con un cubo de luz nada más, y también tiene derecho a una ventana que da al mismo techo y por ahí se cuela el aire que en temporadas de calor es una bendición.
Pero no sólo eso: entre ambas ha habido una complicidad de años, vecinas al fin y al cabo de toda la vida, pero también ha habido un encaje: la vecina casi casi utilizaba a mamá para todo: que le pedía que recibiera paquetes, que le diera algo de comida, que le pasara la luz cuando se la cortaban, que llamara por teléfono, etcétera, todo a cambio de tender la ropa y también, de la ventana.
sábado, junio 07, 2025
Qué curioso cuando encuentras un libro que parece que está escrito para ti, cuando en realidad, está escrito para algo que nos es tan humano: que todos hemos pasado por decepciones amorosas. Por vidas que quisimos asir y se nos fueron o bien, las desgastamos hasta que se volvieron otra cosa, pero no amor. O al menos, ya no ese amor que es fuego, emoción, esperanza, descubrimiento, complicidad. Y hoy encontré ese libro para mí y en él, una frase escrita por Faulkner en Las palmeras salvajes, curiosamente mi novela favorita de él; pero lo más sorprendente es que esa frase se reproduce en una carta que Faulkner le escribe a su amante, Meta Carpenter: "entre la nada y la pena, prefiero la pena". Y sí, claro, yo también lo prefiero. Ese dolor o esta pena que arrastro desde hace meses es mejor que la nada. La pena también nos salva. Nos recuerda que hemos vivido. He tenido mucha pena y dolor desde octubre por distintas cuestiones y han sido distintas también: una pena por un amor de años que encuentra su fin tras años de desgaste y una pena por un amor de meses que encuentra su fin cuando se nos olvidó a ambos que el amor no puede encadenarse ni aplicarle tantos registros y demandas. Dos dolores de distinta graduación y gradación, que van atemperándose con el tiempo. Sí, prefiero la pena, ambas penas; y aquí después, viene la salvación que el libro propone: que también estas penas están habitadas por días perfectos: esos días en los que amamos sin reservas, sin miedo, con entrega, donde todo sale bien, donde hay un cansancio por estar vivo que es más bien un júbilo, esa felicidad, además, que no sabemos que existe en ese momento, pero es. Y caray, claro que tuve mis días perfectos en ambas penas. O, sí, vaya que sí. Y saben, que no siempre podemos decir que tenemos esos días, no están hechos para todos, afortunados quienes los tienen; esos momentos en los que estamos más vivos. Y con M tuve mis días perfectos, no pienso en los otros, que también los hubo, pero sí tuve mis días perfectos. Esos los guardaré, con la pena, claro, para que, cuando esté viejo y el corazón necesite más, poderlo sacar a relucir con su poder de que han sido vividos. Y también tuve mis días perfectos antes, con S, pero ahora se trata de buscarlos conmigo mismo.
domingo, junio 01, 2025
Algunas cosas han cambiado esta semana para bien. Y M tenía razón, mucha, soy un narcisista de mierda. Está bien. Ahora al menos lo veo y veo lo que he hecho sufrir a ella y a otras en ese trance. Pero no crean, poder mirarme de esa manera me da tranquilidad porque ahora al fin lo veo. No hay victimización, sino llana aceptación. También esto he sido, claro. Y la extraño mucho, pero sé que no volverá. Pero me ha dejado este regalo que no voy a desperdiciar. Es decir, O también me lo había dicho, pero al ver el patrón al fin pude observarlo. En fin, se tenía qué escribir.
miércoles, mayo 28, 2025
martes, mayo 13, 2025
viernes, mayo 02, 2025
lunes, abril 28, 2025
La gente no entiende y no debería de importarme, pero no entiende lo que estoy intentando hacer. Salvar la memoria, mi memoria, la memoria compartida de tantos años. No cortar de tajo lo que ha sido y es. Y que tiene sus posibilidades de ser. No en el mismo plano, claro, pero sí en otros que también implican acompañamiento, amor, comprensión, incluso madurez. Pero lo aceptado es que todo debe ser cercenado, destruido, puesta sal sobre el terreno donde antes hubo una casa. Y en ese lance me juego mucho, tampoco es algo obligatorio, por supuesto, pero aspiro a eso. Y como en el amor, se necesitan dos personas para que eso ocurra. Hoy, que le comentaba a la terapeuta eso, sólo sonrió y dijo: sí, casi nadie entiende. Y le decía, sé que en determinados casos el contacto cero, el corte final, etcétera, es lo ideal, pero, ¿y si existe otra forma de seguir en la vida sin esa herida? No por cobardía, sino por entereza. Incluso por responsabilidad.